La seño Stella fue mi maestra de primer y segundo grado, me enseño a leer y a escribir. Dos de las cosas que mas me gustan hacer ahora, casi veinte años después. Tenía una sonrisa muy plena y era un sol. Alguna vez me hacia parar de florero en el medio del salón, siempre fui muy charleta.
Siempre fui a la misma escuela, así que mientras el tiempo pasaba, se caso, tuvo hijos- primero a Macarena y después a Mati. Cuando Mati nació le encontraron un tumor, que creció, creció y creció. Cuando su bebe ya tenía dos años, falleció.
Cuando empece a dar clases nunca pensé, que iba a hacerlo durante tantos años-ya van siete- y que iba a tener de alumnos hijos de grandes profesores míos, desde el año pasado tengo a los hijos de uno de mis profes de lengua. Hoy me toca, lo que es para mi un gran desafió: ser la maestra de Mati a sus siete años, a la misma edad que yo tenia de maestra a su mamá. Cosa que para mi es muy fuerte.
Es un nene muy lindo y buen compañero. Nos caímos bien y siempre viene a contarme algo. Parece que se parece a su papá, pero aún así pude reconocerlo entre todos los nenes y saber que no había otro nene que podía ser su hijito.
Me angustia mucho no poder compartir este momento de maestra-madre-hijo con ella. Aunque se que de alguna manera lo hacemos. A veces tengo ganas de contarle que su mamá fue mi maestra y que era increíble, que todavía me acuerdo mucho de ella y lo importante que fue para mí. Pero lo pienso y ya lloro. Entonces creo que tal vez seria mejor no decir nada y el dolor de garganta sigue y es mas fuerte los jueves que es el día que mas tiempo compartimos juntos.
Seguramente esto no sea nada casual, y es mi oportunidad de devolver lo mucho que yo aprendí pero sobretodo, todo el amor que recibí de ella. Pero me cuesta, y me angustia y lloro...
Siempre fui a la misma escuela, así que mientras el tiempo pasaba, se caso, tuvo hijos- primero a Macarena y después a Mati. Cuando Mati nació le encontraron un tumor, que creció, creció y creció. Cuando su bebe ya tenía dos años, falleció.
Cuando empece a dar clases nunca pensé, que iba a hacerlo durante tantos años-ya van siete- y que iba a tener de alumnos hijos de grandes profesores míos, desde el año pasado tengo a los hijos de uno de mis profes de lengua. Hoy me toca, lo que es para mi un gran desafió: ser la maestra de Mati a sus siete años, a la misma edad que yo tenia de maestra a su mamá. Cosa que para mi es muy fuerte.
Es un nene muy lindo y buen compañero. Nos caímos bien y siempre viene a contarme algo. Parece que se parece a su papá, pero aún así pude reconocerlo entre todos los nenes y saber que no había otro nene que podía ser su hijito.
Me angustia mucho no poder compartir este momento de maestra-madre-hijo con ella. Aunque se que de alguna manera lo hacemos. A veces tengo ganas de contarle que su mamá fue mi maestra y que era increíble, que todavía me acuerdo mucho de ella y lo importante que fue para mí. Pero lo pienso y ya lloro. Entonces creo que tal vez seria mejor no decir nada y el dolor de garganta sigue y es mas fuerte los jueves que es el día que mas tiempo compartimos juntos.
Seguramente esto no sea nada casual, y es mi oportunidad de devolver lo mucho que yo aprendí pero sobretodo, todo el amor que recibí de ella. Pero me cuesta, y me angustia y lloro...